Las empresas que están involucradas en el ámbito farmacéutico, alimenticio, veterinario electrónico etc.

Contratan los servicios de transporte con ciertas especificaciones para trasladar sus productos de un lugar a otro por temas de diminución de riesgos de contaminación lo que es igual a seguridad, cuando es preventiva o como planes de acción correctiva, la seguridad hacia él producto es el tema principal.

Los transportistas tienen la obligación de atender las exigencias de los clientes y extender las garantías con las que cuenten para que el producto vaya bien resguardado. En muchas ocasiones los transportistas contratan empresas de fumigación que cuentan con permisos, establecidas y están capacitadas para el control en áreas urbanas, pero en el tema del transporte se encuentran fuera de lugar.

En el control de transporte es necesario tener en cuenta que un servicio mal realizado es tema de pérdida del producto y esto tiene un respaldo que cubra el mismo por negligencia del controlador.

Para esto es importante el pleno conocimiento y la capacitación de los involucrados ya que tanto en cliente como el controlador de plagas deben contar con el conocimiento y el alcance del ¿por qué? se requiere el servicio y no solo se preocupen por la presentación de un papel llamado certificado que a final de cuentas no sirve para nada si este no tiene una garantía de pago del daño ocasionado.